
¿Qué es?
El albaricoque (Prunus armeniaca) es una drupa casi redonda y con un surco, de color amarillento, a veces con tiras rojas, piel aterciopelada, de sabor agradable, y conhueso liso de almendra generalmente amarga. Pertenecea la familia de las Rosáceas y al género Prunus. Su carne, jugosa y de sabor dulce, presenta una consistencia harinosa cuando el albaricoque está muy maduro. El albaricoque fue denominado originariamente Prunus armeniaca porque los romanos lo introdujeron en Europa
desde el lejano Oriente vía Armenia. Es originario de las zonas templadas de Asia, Corea del Norte o Manchuria; aunque las primeras referencias sobre su cultivo se remontan al año 3000 a.C. en China. Actualmente se produce en países como Turquía, Suiza, Grecia, España, Francia, Estados Unidos, Sudáfrica y Nueva Zelanda. España es un importante productor, siendo la cuenca mediterránea donde se inició su cultivo.
El albaricoquero
El albaricoquero es un árbol más bien pequeño, de entre 4
ó 6 metros de altura, muy productivo, con una cima redondeada y una corteza rojiza. Su flor es precoz.
Variedades Las variedades de albaricoque son, normalmente, resultado de injertos. Se diferencian entre sí por su tamaño, forma y aroma, así como por su procedencia. Las más
conocidas en España son: Bulida, Canino, Nancy, Pavito, Maniquí, Currot, Galta roja, Ginesta y Mitger.
EL ALBARICOQUE
Estacionalidad Los albaricoques más dulces y jugosos se pueden encontrar desde mayo hasta agosto; a veces también en abril y septiembre.
Propiedades nutricionales
• Aporte calórico muy bajo.
• Elevada cantidad de agua.
• Alto contenido en fibra.
• Fuente de vitamina A, vitamina C o ácido ascórbico.
• Rico en minerales como potasio y magnesio.
• Discretas cantidades de calcio.
Producción en España
España ocupa la octava posición en cuanto a producción de albaricoque en el mundo, con aproximadamente 157.000 toneladas al año*. Las comunidades autónomas
que más producen esta fruta son: Murcia, Castilla – La Mancha, Comunidad Valenciana y Aragón.
- Datos de 2008.
¿Cómo prepararlo
y disfrutarlo?
El albaricoque puede ser disfrutado a cualquier hora del
día: solo, pelado o con piel, en ensalada, macedonia, cócteles, mermeladas, repostería, sorbetes y helados, como aperitivo, en postres, ensaladas, entre horas, etc. Su excelente calidad, aroma y sabor refrescante alivia la sed de forma natural, nutritiva y saludable.
EL ALBARICOQUE
Dado su exquisito dulzor y su perfumada fragancia, los albaricoques se consumen principalmente como fruta fresca bien maduros.
En algunos lugares se suelen dejar secar sin hueso y se obtienen los conocidos “orejones”.
¿Cómo elegirlo y conservarlo?
Es una fruta delicada, por lo que ha de tratarse con cuidado. Un pequeño golpe con la uña o una presión fuerte con los dedos, le perjudica, lo mancha y da lugar a su rápida
podredumbre. El albaricoque está en su punto cuando, al presionarlo
suavemente entre dos dedos, se aprecia una consistencia blanda.
Se deben recolectar maduros para que tengan toda su
finura y todo su aroma. Es recomendable evitar los que
están arrugados.
Se conservan bien en el frigorífico protegidos por una bolsa de plástico agujereada.
¿Sabías que…?
• Los romanos lo llevaron a Europa llamándole “a praecox” (“apricot”, como es llamado en otras lenguas) porque florecía temprano en la primavera.
• Su nombre en latín es Prunus armeniaca porque los romanos lo introdujeron en Europa desde el lejano Oriente a
través de Armenia.
• 120 g. de albaricoques equivalen a una ración de esta
fruta.
Fuente: El libro sabio de las frutas y verduras
